Cuando llegas a alguno de los centros de desintoxicación de Guadalsalus, encuentras dos palabras sobre la pared: HONESTIDAD y HUMILDAD.
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El adicto miente a los demás porque, en primer lugar, se autoengaña. Es decir, vive en una mentira permanente, hacia dentro y hacia fuera. Esto viene acompañado de disimulos, desfalcos, ocultamientos y nuevas y peores mentiras para tapar las anteriores. Es una vida de falsedad, de angustia y de esclavitud.
La soberbia, del mismo modo, es necesaria para mantener la adicción. No reconozco mi problema, yo creo que controlo, que puedo dejarlo cuando quiera, que no es para tanto… y no permito que nadie me diga lo contrario ni se ponga entre mi próximo consumo y yo. El adicto está dispuesto a buscar el punto débil, a hacer a la gente más amada el mayor de los daños emocionales (y a veces incluso físico). No acepta una opinión, ni una negativa, ni un límite, ni un consejo, ni otro punto de vista… se va dando un portazo y encuentra en su frustración o en su rabia la excusa perfecta para volver a consumir una y otra vez más.
El Programa Victoria va a la raíz y, ¡en solo 10 días!, trabaja contigo tu mentira y tu soberbia. Dinamita esas columnas y se desploma tu conducta adictiva. Pone honestidad y humildad en tu vida y, de esta manera, mejora tu autoimagen, la relación contigo mismo y con los demás… y regresan a tu vida la tranquilidad y la libertad.
Si tienes más de 35 años, tienes una adicción y tus responsabilidades te impiden hacer un tratamiento de varios meses de ingreso… ¡una nueva edición del Programa Victoria te espera en septiembre!
¡Solo 10 días para conseguir superar una adicción que te ha acompañado demasiado tiempo!