La mayoría de personas utilizan ambos términos de manera indistinta. Sin embargo, «dependencia» y «adicción» son estados neurológicos diferentes. Es más, no todas las personas dependientes tienen por qué ser adictas. Veamos las diferencias…
La dependencia se caracteriza por la aparición del síndrome de abstinencia en cuanto deja de administrarse la sustancia tóxica. La adicción, por su parte, implica un estado permanente en el que, a pesar de las consecuencias negativas, no se puede dejar de consumir la sustancia o repetir una determinada conducta.
Que existen diferencias entre adicción y dependencia lo atestigua el hecho de que, incluso tras una exposición repetida a una sustancia o hábito, solo un procentaje reducido de personas pierde el control de su conducta. Por ejemplo:
No debemos olvidar que la dependencia puede tratarse con éxito mediante un programa de desintoxicación. En cambio, el adicto sigue siendo adicto a pesar de que se desintoxique. ¿Qué significa esto? Pues que a penas retome sus hábitos de consumo, perderá de nuevo el control.
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