Adicción a los opiáceos: cómo identificarla y poder ayudar
La adicción a los opiáceos se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial. Se trata de una dependencia física y psicológica a sustancias como la morfina, la heroína y los analgésicos opioides recetados, como la oxicodona y el fentanilo.
La facilidad de acceso y el potencial adictivo de estos fármacos han llevado a un incremento alarmante en los casos de dependencia a opiáceos, afectando tanto a personas con prescripción médica como a aquellas que los consumen de manera recreativa.
Cómo identificar la adicción a los opiáceos
Detectar los primeros signos de la dependencia a los opiáceos es fundamental para intervenir a tiempo. Algunas señales y síntomas característicos incluyen:
- Cambios en el comportamiento: aislamiento social, abandono de responsabilidades laborales o académicas y cambios drásticos en la personalidad.
- Apariencia física deteriorada: pérdida de peso, pupilas contraídas, somnolencia excesiva y falta de higiene personal.
- Necesidad creciente de consumo: uso frecuente de opiáceos en dosis mayores para lograr el mismo efecto, lo que indica un desarrollo de tolerancia.
- Síntomas de abstinencia: cuando la persona intenta reducir o suspender el consumo, aparecen síntomas como ansiedad, síndrome gripal, sudoración, insomnio y dolor muscular, vinculadas al síndrome de abstinencia a opiáceos.
- Obtención compulsiva de la sustancia: mentir sobre la intensidad del dolor para conseguir recetas, visitar múltiples médicos o recurrir al mercado ilegal.
La adicción a los opiáceos no solo afecta la salud física y mental, sino también la vida social y profesional de la persona. Entre sus efectos adversos destacan el riesgo de sobredosis, que fácilmente puede ser mortal, la depresión y ansiedad severa, los problemas cardiorrespiratorios, el deterioro en las relaciones interpersonales e incluso los problemas legales.
Cómo ayudar a una persona con adicción a los opiáceos
Brindar ayuda a alguien con dependencia a opiáceos requiere comprensión y un enfoque multidisciplinar. Para dar apoyo a tu ser querido en el proceso, estas estrategias claves te serán útiles:
1. Buscar ayuda profesional
El tratamiento de la dependencia a opiáceos debe ser supervisado por especialistas en adicciones. Existen diversas opciones terapéuticas:
- Desintoxicación supervisada: un proceso para reducir el consumo de opiáceos de manera controlada.
- Terapia farmacológica: uso de medicamentos como la metadona o la buprenorfina para reducir los síntomas de abstinencia y el deseo de consumo.
- Psicoterapia y apoyo emocional: terapias cognitivo-conductuales y grupos de apoyo que ayudan a modificar patrones de comportamiento adictivo.
En el programa terapéutico de Guadalsalus integramos estos tres ejes en el proceso de desintoxicación en nuestros centros diferenciados para hombres y mujeres. Conoce qué nos hace diferentes.
2. Fomentar un entorno de apoyo
El apoyo de familiares y amigos es crucial. Evitar el juicio y mostrar empatía facilita que la persona busque ayuda sin miedo a la estigmatización.
3. Prevenir recaídas
La rehabilitación no termina con la desintoxicación de la adicción a los opic. Es importante que el paciente continúe con un plan de seguimiento, terapia continua y estrategias de afrontamiento para evitar recaídas.
4. Promover un estilo de vida saludable
El ejercicio, la alimentación equilibrada y la meditación pueden ayudar a mejorar el bienestar físico y mental para vivir una vida plena sin recurrir a sustancias.
La adicción a los opiáceos es un problema complejo, pero con el enfoque adecuado es posible superarlo. La detección temprana y el tratamiento idóneo pueden marcar la diferencia en la vida de quienes sufren esta dependencia. La clave está en la educación, la comprensión y el acceso a un tratamiento integral que permita a la persona recuperar el control de su vida. Llama al teléfono 954 353 954 y te ayudaremos a superar tu adicción. En Guadalsalus sabemos cómo ayudarte.