Conoce los peligrosos efectos de la cocaína en la salud

En las últimas décadas el consumo de cocaína es cada vez mayor, incluso a edades mucho más tempranas. De hecho, España es uno de los países que más consume esta sustancia. Un 11,2 % de población de nuestro país, entre 15 y 64 años, consume cocaína, según el informe  publicado en 2022 por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. Lo que se traduce en 3 millones de personas. 

Sin embargo, a pesar de su popularidad, los efectos de la cocaína son muy negativos para la salud física y mental. El consumo de cocaína provoca daños en el sistema circulatorio y en el respiratorio, así como complicaciones neurológicas y gastrointestinales. Además también ocasiona problemas psicológicos y puede originar trastornos psíquicos, llegando a generar ideas paranoides o depresión.

Efectos de la cocaína a corto plazo

• Euforia: el consumo va acompañado de una intensa sensación de felicidad y energía.
• Aumento de energía y alerta: esto hace que el consumo de cocaína se asocie con una mayor capacidad para estar despierto y activo.
• Hipersensibilidad a la luz, el sonido y el tacto: tras el consumo los estímulos sensoriales se perciben con mayor intensidad.
• Irritabilidad o cambios de humor: una de las señales que nos puede poner en sospecha ante el consumo de drogas y en especial de cocaína, son los cambios rápidos y a menudo negativos en el estado de ánimo.
• Paranoia o ansiedad: lejos de encontrar sensaciones placenteras, uno de los efectos de la cocaína a corto plazo es el miedo irracional y la sensación de peligro inminente.
• Taquicardia y presión arterial elevada: el número de pulsaciones por minuto se disparan y también se da un aumento de la temperatura corporal.
• Dilatación de las pupilas: uno de los efectos de la cocaína más evidentes es el aumento del tamaño de las pupilas.
• Náuseas, vómitos y dolores musculares, según la vía de consumo. 
• Sangrado nasal y otros problemas respiratorios: el consumo de cocaína por inhalación puede causar inflamación crónica, úlceras en el tabique nasal y sangrado.
  
• Bruxismo o tensión mandibular: como estimulante del sistema nervioso central, la cocaína puede aumentar la actividad muscular involuntaria. Esto puede manifestarse en la tensión de los músculos de la mandíbula al rechinar los dientes.
  
  

Una vez desaparecen estos efectos de la cocaína, aumenta la sensación de fatiga, irritabilidad y cansancio.
Cada uno de estos efectos puede variar en intensidad, frecuencia y gravedad entre diferentes personas en función de la duración y cantidad del consumo de cocaína.

Las consecuencias y efectos a largo plazo de la cocaína

• Dependencia y adicción: necesidad compulsiva de consumir mayores dosis para conseguir el mismo efecto que al comienzo. Para salir de una adicción lo más recomendable es buscar ayuda profesional.
• Complicaciones respiratorias, perforación del tabique nasal, hemorragia pulmonar, neumotórax y aumento de cuadros asmáticos.
• Daño nasal y respiratorio: lesiones en la nariz y dificultades respiratorias.
• Deterioro cognitivo: problemas con la memoria, atención y toma de decisiones.
• Mayor riesgo de sufrir enfermedades como la cefalea, la hemorragia cerebral o el ictus.
• Alteraciones en la conducta como aumento de la irritabilidad e incluso graves problemas psiquiátricos que hacen imprescindible el trabajo con especialistas en patología dual (que traten la adición y la patología psiquiátrica).
• Algunos consumidores habituales pueden desarrollar trastornos alimenticios como la bulimia y anorexia nerviosa.
• Graves problemas como complicaciones renales, trastornos de movimiento o incluso desarrollar la enfermedad de Parkinson.
• Riesgo cardiovascular aumentado: mayor probabilidad de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
• Problemas gastrointestinales: dificultades digestivas y daño en el sistema gastrointestinal.
• Mayor riesgo de problemas sexuales y reproductivos: disfunción sexual y problemas de fertilidad.
• Daño renal y hepático: deterioro en la función de riñones e hígado.
• Disminución del apetito y peor calidad del sueño.

La dependencia de la cocaína es una de las más fuertes y dejar de consumir tras un periodo largo puede dar lugar al síndrome de la abstinencia a la cocaína, que está caracterizado por diferentes etapas y fases que se deben abordar para rehabilitar a la persona adicta.

Es muy importante un diagnóstico exhaustivo para poder tratar esta adicción, siempre de la mano de especialistas en un centro de rehabilitación de drogas. En Guadalsalus nos comprometemos a ayudar al paciente para que pueda afrontar la situación por sí mismo y que dé el paso para coger las riendas de su vida.

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